mayo 30, 2021

Buenas querido/a atleta 🙂

He pasado unos días intensos de mucha introspección 🧘🏽 y hoy quiero contarte mis reflexiones sobre la ansiedad.

De hecho, te confieso que escribirte este email en este momento es terapéutico para mí. Lo escribo con la esperanza de que mis reflexiones te sirvan. ✨

Verás, el estrés y la ansiedad están cada vez más presentes en nuestras vidas. Se ha convertido en nuestro estado «normal».

¿Por qué he querido hablarte hoy de esto?

Porque el estrés y la ansiedad, lejos de ser sólo «una emoción» o «algo que está en tu cabeza», tienen consecuencias para tu salud mucho más grandes de lo que te imaginas.

Cuando te estresas, se produce la liberación de las «hormonas del estrés». Estas hormonas desencadenan otros procesos como por ejemplo: la hiperventilación.

La hiperventilación induce a una activación del sistema nervioso simpático (que es el que se encarga de prepararte para salir corriendo en caso de peligro, estar alerta, etc.) y, como te estarás imaginando, esto supone un consumo de energía tremendo.

Imagínate a tu cuerpo como esa foto. Eso que ves ahí es la cabina de mandos de un transbordador espacial. ¿Te imaginas el combustible que consume poner en marcha todo eso? Algo parecido ocurre con tu cuerpo, de ahí el cansancio que tienes de forma permanente.

Seguramente ahora mismo te estés preguntando: «Oye Gaby, ¿y si gasta tanta energía no adelgazo?».

Querida, este un tema para otro día porque sino se me haría muy largo este email, pero te prometo que te lo contaré.

La cosa es que, como consecuencia de poner en marcha tantos sistemas acabas: fatigada, cansada mentalmente, te vas a la cama y te despiertas como si no hubieras dormido nada y así continúas los días presionándote para funcionar como puedas.

En esos momentos lo que menos se te ocurre es hacer ejercicio, ¿verdad? Pero mira, hacemos un trato, otro día también te hablo de cómo consigo mentalizarme para hacer ejercicio estando tan fatigada.

Bien, continuando con el tema y el tabú sobre la ansiedad:

Se habla muy poco de esto porque tenemos el concepto erróneo de que contar nuestros problemas o expresar nuestras emociones es símbolo de debilidad.

Nada más lejos de la realidad. Expresar nuestras emociones está genial. Es de valientes. Es la única manera de que los demás puedan saber cómo estamos, sean tus padres, hermanos, amigos/as o conocido/as…

Y esto no tiene que confundirse con ser la típica persona victimista que siempre está mal, siempre está contando lo mal que está pero que, al final, es evidente como no hace un trabajo para ayudarse a sí misma. Son personas que utilizan su malestar como mecanismo para recibir afecto pero realmente no quieren salir del pozo.

Lastimosamente, nadie puede ayudar a aquel que no quiere ser ayudado.

Si te cruzas con personas así, no te frustres por no poder ayudarlas.

Y tú, procura no convertirte en una persona así. Haz trabajo interno en proporción a la cantidad de sentimientos que expresas. De esa manera sí estará sirviendo ese acto comunicativo.

Recuerda esto:

La única persona capaz de ayudarte siempre serás tú misma.

Los demás podrán apoyarte, podrán darte consejos más o menos acertados (dependiendo de su conocimiento), podrán estar a tu lado aunque sea sólo de cuerpo presente, pero, en última instancia sólo tú puedes mover las fichas para jugar el juego de la vida.

Este mensaje, lejos de ser pesimista, es optimista. ❤️ Mi intención es animarte a que no tengas vergüenza de contar cómo te sientes.

Siempre he pensado que la única manera de que el mundo cambie es siendo tú el tipo de persona que quieres ver en el mundo.

Si quieres que las personas se comuniquen y se apoyen entre ellas, empieza a hacerlo tú misma.

Sé que que no siempre es fácil encontrar personas que sepan ayudarte. Pero la única forma de que encuentres esas personas es dar tú el primer paso, pedir ayuda, escribirle a alguien, contar como te sientes, etc.

Se irá gente de tu lado, sí. Pero serán aquellos que no te nutren. ¿Para qué los querrías? 😉 ¡No pasa nada! Tampoco tienen por qué ser malas personas. No vamos a conectar con todas las personas del mundo en esta vida. Y es perfecto.

En fin, te cuento que yo hace ya tres años que empecé a ir por primera vez a terapia.

Y nunca lo hubiera hecho si no fuera porque en un momento de estar hiper frustrada se me ocurrió la idea de escribirle a una de mis primas y decirle que me encontraba muy mal.

Por cierto, días atrás, estuve ayudándola a lanzarse al mundo digital (me encanta hacer esto). Hizo unos directos hablando sobre la autoestima. Ella es psicóloga (se llama Tatiana).

✨ Te dejo su canal si haces clic aquí. Tal vez te sirva 🤗:

Sobre la autora:    Gaby Palmera

Persona, Dietista, Entrenadora personal y Atleta. Fundadora de Fitness Real para Chicas Reales®. Un día toqué fondo en mi salud y eso fue el desencadenante para decidir dejar todo lo que yo creía que era mi vida atrás y empezar un nuevo rumbo. Creé este proyecto para sanarme a mí y extenderlo a todas las personas que lo deseen :)

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