noviembre 3, 2022

3 Simples formas de aliviar y sanar el Síndrome de Ovarios Poliquísticos y finalmente conseguir el cuerpo que quieres.

Cuando yo estuve en esa primera fase de mi bajada de peso una de las cosas que más me hizo hacer clic con el hecho de que necesitaba perder peso era lo mal que estaba mi ciclo menstrual. Porque sí, un sobrepeso elevado puede llevarte a trastornos menstruales importantes. En ese momento la regla me bajó un día a finales de Agosto y no me dejó en paz hasta finales de Octubre. Esto supuso un sangrado continuado durante más de 60 días. Horrible. No se lo deseo a nadie.

Yo llevaba unos días yendo al gimnasio y tuve que vivir la desagradable experiencia de manchar considerablemente una máquina del gimnasio, aún utilizando toalla, porque al parecer el sangrado aumentó con el esfuerzo de las pesas. Me moría tanto de vergüenza por aquel accidente que, a pesar de estar muy contenta por haberme apuntado, tuve que dejar de ir al gimnasio para que no me volviera a pasar. Me daba miedo que alguien me descubriera. La solución que encontré es que me compré una mancuerna de 10Kg. Me interné en casa con mi mancuerna, una esterilla y mi bici estática:

Fotos de cuando empecé a ir al gimnasio en 2017 (las dos de la izquierda) y de cuando tuve que continuar mi entrenamiento en casa porque me daba vergüenza volver a manchar las máquinas de la sala del gimnasio.

Lo peor de todo es que el Síndrome de Ovarios Poliquísticos es el nacimiento del síndrome metabólico, pero después es el propio SOP el que retroalimenta el problema poniéndote trabas a la hora de bajar de peso, cosa que es lo que más necesitas para aliviar los síntomas. Una paradoja por completo. Estás atrapada en un bucle y necesitas romperlo a la de YA.

¿Pero por qué nos cuesta tanto bajar de peso a todo el mundo y en particular a las personas con SOP? Bueno, esto es porque vivimos en entornos que nos obligan a ser muy sedentarias: trabajamos sentadas, estudiamos sentadas. El Síndrome de Ovarios Poliquísticos es un síndrome metabólico que se adquiere a raíz de establecer e integrar muy fuertemente unos hábitos, sobre todo uno en concreto: el sedentarismo.

Por otro lado, toda la comida lleva altísimas dosis de azúcar. Me vas a disculpar pero, aunque yo no consuma apenas azúcar en mi alimentación actual, no es porque yo la demonice ni porque crea que es el único origen del mal. Es porque resulta extremadamente fácil llegar al máximo diario recomendable si sigues los consejos de la pirámide tradicional de la nutrición que se ha venido estudiando hasta ahora. Todo esto provoca que se ven casos como personas sedentarias consumiendo dosis de azúcar muy por encima de sus posibilidades de procesarla adecuadamente y, en cambio, un lado del mundo deportista excesivamente preocupado por el azúcar que consume cuando son personas que perfectamente podrían consumir una cantidad más alta que una persona sedentaria.

Otro problema que encontré es la cantidad de opinólogos de sofá que hay en el mundo. Parece que todo el mundo es un entendido en nutrición y ejercicio porque todos parecen tener la panacea pero oye, yo no veo a casi nadie fitness por la calle. Me gustaría que leyeras el post anterior a este para que entiendas que una persona por el hecho de estar delgada no le da potestad automática para poder tener un criterio más válido que alguien que tenga un poco más de peso o grasa.

Por eso aquí quiero mostrarte 3 fáciles formas/claves para que inmediatamente comiences a aliviar los síntomas del Síndrome de Ovarios Poliquísticos, recuperes tu salud y comiences a conseguir el cuerpo que deseas.

  1. Establécete un objetivo de actividad. Cúmplela y contabiliza TODA la actividad física que hagas. Proponte un mínimo de pasos diarios para caminar. Recomendable no bajar de 10.000 pasos. Alrededor de esa cifra es donde tu cuerpo siente que le estás dando el cardio de baja intensidad adecuado. De hecho, es a partir de ahí hacia arriba donde, cuando metas más pasos, lo notarás en la bajada de peso. Contabiliza esos pasos con una pulsera de actividad. No hace falta que sean de las caras. Puede ser una de las más económicas como la Mi Band de Xiaomi. Proponte ir al gimnasio o entrenar en tu casa un mínimo de 4 días a la semana. Menos de eso es poco realmente para que notes cambios. Quizás te interese ponerte una rutina torso pierna ya que cuentas con cuatro días y lo puedes intercalar de esta manera: Torso (Lunes), Pierna (Martes), Descanso (Miércoles), Torso (Jueves), Pierna (Viernes), Descanso (Sábado), Descanso (Domingo). Te recomiendo que la actividad física de la que te estoy hablando la integres como algo que ya tendrías que estar haciendo y deberías estar acostumbrada al margen de si quieres o no quieres perder peso. Porque si quieres integrar un hábito (cosa que ya es difícil) pero lo pones sólo con la expectativa de “bajar de peso” en lugar de “hacer este hábito parte de mí”, lo acabarás dejando.
  2. Evita al máximo el azúcar. De nuevo, te insisto. No la demonices. No es en ese plan. Es simplemente que no la hagas parte de tus hábitos. Punto. Para hacerlo, siempre recomiendo no tener en casa lo que no quieras comerte en un impulso de hambre. Prefiero que te hagas unos huevos y unos garbanzos y después, si sientes que te queda hambre, te comas ese producto azucarado que tanto deseabas. De esa manera evaluarás si realmente lo querías o si era hambre tanto fisiológica como emocional. Siempre viene bien que aquellos hábitos que no deseamos integrar tengan algo de trabas hasta llegar a ellos porque si los tenemos a mano, nos los comemos y luego vienen las culpas… Por favor, no te hagas eso. También suelo decir a menudo a mis chicas que no tiene nada de malo querer algo dulce. Pero me parece hasta más saludable que tengas que salir de casa al supermercado para comértelo y así caminas un poco, que tenerlo a mano al lado del sofá. ¿Qué ocurre si tú no dejas el azúcar como parte de tus hábitos diarios? Bueno, el tema es que estamos hablando de un cuerpo que metabólicamente no está bien. Si estuviera bien, otro gallo cantaría porque podría estarte pasando que te comas ese producto azucarado y a tu cuerpo le siente genial, te sientas más vigorosa, lista para correr, saciada e incluso más activa. Pero un cuerpo que no está bien, ese producto en cuestión alto en azúcar le puede provocar justo lo contrario: más ganas de comer, más hambre, sueño, cansancio, etc.
  3. Aprende nutrición DE VERDAD. Mira, no te digo que lo hagas a nivel profesional pero sí lo suficiente como para evitar estar haciendo lo que a otros les complace. Cuanto tú más aprendas, menos dudarás de lo que estás haciendo y podrás embarcarte en este viaje con la seguridad de que ya sólo es cuestión de tiempo que se empiecen a ver los resultados. Gracias a aprender cómo seleccionar alimentos, cómo establecer tus calorías de mantenimiento y los macros que necesitas, con sólo esas tres cosas tan básicas podrás cambiar a tu antojo tus menús y, ¿sabes qué ocurrirá? Que dejarás de “estar a dieta” porque lo que comes en tu día a día pasa a funcionarte sí o sí.

Todo esto es lo que yo implementé y, si has leído mis posts anteriores sabrás que esto me hizo:

  • Recuperar mi salud menstrual
  • Perder 30 kg de peso corporal
  • Mejorar la relación con mi cuerpo
  • Ganar autoestima y confianza en mí misma

Esto no lo cuento para impresionarte, esto te lo cuento para que confíes en ti misma y que aunque a veces estés a punto de tirar la toalla o pienses que es imposible…

Siempre hay un camino cuando persistes y siempre hay un camino cuando continúas intentándolo.
Un fuerte abrazo, 

Gaby.

Sobre la autora:    Gaby Palmera

Persona, Dietista, Entrenadora personal y Atleta. Fundadora de Fitness Real para Chicas Reales®. Un día toqué fondo en mi salud y eso fue el desencadenante para decidir dejar todo lo que yo creía que era mi vida atrás y empezar un nuevo rumbo. Creé este proyecto para sanarme a mí y extenderlo a todas las personas que lo deseen :)

Sígueme

{"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}

Continúa con tu aprendizaje

Fitness Real Para Chicas Reales ®

>