¡Hola compañera! Como dije en el email (por cierto, si no estás suscrita a la lista de email, en esta misma entrada, abajo, tienes la posibilidad de entrar), hoy fui a entrenar al gimnasio durante apenas 15 minutos.
Iba mal de tiempo. Encima, tenía una cita planificada desde hacía mucho tiempo y se me fue la cabeza. Total que acabé yendo al gimnasio por apenas 15 minutos.
Muchas personas, incluyendo mi yo del pasado, habrían dicho que para ir por ese rato no merece la pena.
Y me imagino que estarás harta de escuchar el eslogan del «todo cuenta» y… resulta que en el fondo no terminas de creértelo.
Sin embargo, te traigo un motivo de peso y una sugerencia para que hagas que entrenamientos cortos como este cuenten.
Empecemos con el motivo. Para las mujeres como nosotras que nos hemos pasado gran parte de nuestra vida luchando con el sobrepeso, una de las cosas que nos impide alcanzar ese éxito es el llamado «ya lo haré mañana».
Postergar el inicio de tu plan alimenticio (o dieta, como quieras llamarlo). Postergar el inicio de una sesión de entrenamiento.
Y mira, no niego que sea verdad. Que te lo propones y cuando llega ese «después», lo haces.
El problema es que empezamos a apoyarnos tanto en ese «después» que todo se alarga. Se alarga el sufrimiento, se alarga el tiempo que te sientes aletargada, cansada… Es como una falta de bajar la disciplina al presente.
Es cambiar el «ya lo haré» por «ya mismo lo hago». El «mañana lo haré» por «hoy ya lo estoy haciendo».
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